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Donnerstag, 28. Juli 2011

Sofía y Pólemos


Diálogo en cinco actos


Personas:
Sofía
Pólemos
Lector

Escenario:
Un lugar más allá de espacio y tiempo.

La caída de Sofía


Sofía baila y se agita, orbita al son de la música. De repente se tropieza con Polemosi.

Sophia: ¿Ay, que hace Usted aquí?
Polemos: ¿Y Usted?
Sophia: Estoy bailando.
Polemos: Estar bailando, no es hacer, es ser.
Sophia: ¿Por qué debía estar haciendo algo?
Polemos: ¡No ve, los humanos sufren!
Sophia: Lo hacen o lo son?
Polemos: ¿Que quiere decir?
Sophia: ¿El sufrimiento, es que ellos sufren o son sufrimiento?
Polemos: No le entiendo.
Sophia: Entonces expliquese con un ejemplo.
Polemos: Acabo de volver de Zurich, el 9 de septiembre de 1848. Allí hermanos se han pegado a las cabezas y se han destrozado.
Sophia: ¿Sí, y? Esto lo hacen los humanos desde siempre.
Polemos: Sí, pero luego se han vuelto a reunir en una mesa para llevarse bien, otra vez.
Sophia: Que bonito entonces, no cree? ¿Dónde está el problema?
Polemos: Esta vez ha salido bien por narizes. En Parísii esto era mucho peor. La mitad de Europa está todavía traumatizada por el recuerdo. Si ellos no aprenden cómo mantener los límites, un día, se destruirán del todo.
Sophia: ¿Bueno y que más daiii? Luego algo nuevo se creará.
Polemos: ¡Sophia!!!
Sophia: No entiendo su horror. Si no se disputarían, ellos dejarían de ser. Lo que Usted prefiere, no llegar a existir o no dejar de hacerlo.
Polemos: ¡ser!
Sophia: ¿Así como un sonido sin cuerpo resonante?
Polemos: ¿A que se refiere con esto?
Sophia: La energía es imperecedera, para siempre, sin ser creada. Pero lo que los humanos aman es la masa, el “algo” en lo que se transforma la energía tras la resistencia. Pero la masa está limitada, ella no corre simplemente. Ella tiene resistencia y se impone. Humanos no pueden simplente “ser”. Ellos sólo pueden ser humanos. El „ser en sí“ no es nada específico, es “el nada”iv. ¿Usted ve este ríov? No es un río porque lleve agua, sino porque esta limitado por una orilla. Sin orilla no sería ningún río, en el mejor caso, sólo agua. Si entre las bordillas de la orilla no corre ningun agua, todavía hablaríamos de un cauce, un baranco o un río seco. Nosotros lo hacemos porque sabemos que ahí había un río que había formado este cauce. La masa del agua, que se peleaba tras la masa del paisaje ha dejado un surco que es ahora el recuerdo de ello. Si el agua hubiese únicamente pasado encima, sin roce, no lo recordaríamos. Entonces no hubiera ningún río y nunca lo habría habido.
Polemos: ¿Pero los suizos?
Sophia: Estos son como un cauce seco, sobre el cual pasa el viento llevandose los rastros del surco. Pronto nadie recordará nada de ellos.
Polemos: Pero ellos han realizado grandes cosas.
Sophia: ¿Grandes cosas?
Polemos: ¡Sí, la paz! Una unión pacífica de ideas totalmente diferentes, el pluralismo, la neutralidad, la razón sobre la pasión.
Sophia: ¡Polemos, por favor, déjeme bailar de nuevo!

Dicho esto con aire de sublevación Sophia se aparta y vuelva a trazar sus círculosvi.








Razón


Polemos cae en el espacio y derriba a Sophia que está bailando. Ésta exclama fuertemente. Esta vez se ha herido en serio y debe sentarse. Se le ha torcido el tobillo.

Sophia: ¿Tiene que atacar así, Usted? ¿Mire lo que ha hecho? Para que tanta urgencia?
Polemos: Los humanos.
Sophia: ¡Otra vez! ¿No hay nada más en la creación, por el cual Usted puede preocuparse?
Polemos: Sí, pero los humanos son especiales.
Sophia. Aj.

(Sophia expira este „Aj“ patéticamente y gira sus ojos.)

Polemos: No sea tan indiferente. Los humanos son únicos.

Sophia arruga la frente, pensativamente.

Sophia: Bueno, con este pie, de todos modos no puedo bailar para un buen rato. Sentémonos. ¿Que es lo que convierte los humanos en algo tan singular en su opinión?
Polemos: Ellos son éticos, ellos reconocen el bien y el mal.
Sophia: Sí, esta absurdidad la deben a Usted. Les he advertido de que comiendo de este fruto, perderían la vida eternavii.

Polemos suelta una carcajada.

Polemos: Ja, mire, esto no es culpa mía. Si los humanos no hubieran sabido que esto está prohibido, luego ellos nunca habrían caído en la tentación.
Sophia: ¿Qué culpa? No he prohibido nunca nada. Les he dado sólo el conocimiento sobre el hecho que la distinción entre bien y mal convierte la eternidad inalcanzableviii. Les he mostrado mi sabiduría, pero ellos no sabían apreciarla. No he creado las reglas, son eternas. Soy, somos la ley eterna.
Polemos: ¿Piensa Usted que los humanos, siendo conscientes de sigo mismos, reconociendo su voluntad, podrán anhelar el bien?
Sophia: Polemos, siéntese por favor. Creo que hablamos sin entendernos.
Polemos: ¿No solemos hacerlo casi siempre?



Sophia suspira y frota su tobillo torcido.






Sophia: Sí, casi siempre. Mire, tengo que darle la razon. Los humanos son únicos. Sólo ellos creen en la diferencia entre bien y malix. No es su fisiología especial o su extraordinaria capacidad que los distingue. Es su problema exepcional de no ver el mundo como es, sino pensar en categoríasx.
Polemos: Muy bien. ¿Entonces acuerda conmigo que únicamente los humanos tienen la capacidad de razonar?
Sophia: No. ¿Pero esto es relevante para la pregunta?
Polemos: Así que Usted piensa, por haber distinguido entre bien y mal, el mal se ha conviertido en un problema para los humanos?
Sohpia: Exactamente.
Polemos: Entonces sólo tendríamos que explicarles que bien y mal no existen, que todo es pura imaginación.
Sophia: ¿Quiere detenerlos de pensar? A pesar de todo bien y mal son reales. Usted era quién vino indignado por las acciones bellicas de mozos viriles. Yo en cambio bebo su sangrexi.
Polemos: Sophia, por favor, déjeme en paz con su expresión arcaica maloliente. Me daña las orejas.
Sophia: Disculpeme. Es que yo soy el origen.
Polemos: Lo sé, pero podemos dejarlo al lado y charlar de modo civilizado?
Sophia: ¿Civilizado?



(Ella se ríen y forja la frente.)

¿A qué se refiere Usted con civilizado?
Polemos: La aspiración hacia lo bueno, lo hermoso. El bien para los humanos.
Sophia: Así, hmxii. ¿Que es lo bueno para los humanos? ¿Vivir eternamente? ¿Sin dolor, sin molestias? ¿En paz como yoxiii?
Polemos: ¡Sí! (Su cara se alegra.)
Sophia: Entonces tendrían que dejar de ser humanos, dejar de vivir. La vida es en el mundoxiv. El mundo es la paz. El mundo es la vida. Yo no vivo, sólo soy xv.
Polemos: ¿Al final es la vida que les hace únicos? ¿Y la paz, la aspiración lo bueno que los distingue de los demasxvi?
Sophia: Ellos se distinguen de nosotros y por ello viven. Ya que sólo vive lo que muere. Nosotros no morimos. Pero esto no los distingue de los demás en el mundo.

Polemos: ¿Y la paz?
Sophia: La paz no es anhelar el bien. ¿Usted recuerda? Cuando los humanos comenzaron a poner nombres, no se conformarona relacionarse con los seres vivos, nombrandolos. Querían controlar los demás, como si ellos mismos no fueran parte de este mundo, así comos si pudieran separarse del mundo. Tan pronto como dejaron de sentirse en el mundo, ellos podían contemplar el mundo como lo Otroxvii. Entonces ellos no estaban más en el mundo, sino despegado de ello. Empezaron a ordenar los nombres y concretizar un marco invariable para la naturaleza de cada uno de los seres, a de-finirlos. Ellos empezaron a distinguir el espacio y el tiempo, desmenuzando todo y contando sus partes, compararlas y clasificarlas entre desiguales e iguales. Esto es el pensamiento categórico. Sólo una naturaleza enajenada de si misma, que se haya desenlazado del mundo, puede hacerloxviii.





Polemos se incorpora y se jacta.

Polemos: ¡Esto me lo deben a mí! Les he enseñado como dominar el mundo, como llegar as ser como Usted.
Sophia: ¿Llegar a ser como yo? Ellos ya son yo, sólo que no lo saben. ¿Por qué ha hecho esto?


Polemos mira de manera alterada a Sophia.

Polemos: Yo quería ser como Usted. Tan dulce y despreocupada bailando delante de mí.
Sophia: Pero si siempre lo ha estado haciendo!
Polemos: Sin embargo choco siempre con Usted.
Sophia: ¿O yo con Usted?
Polemos: Nunca lo he visto desde este punto de vista.
Sophia: ¿Entiende ahora por qué los humanos viven en la disputa? La disputa es su razón.
Polemos: Pero la razón es algo bueno. Permite asomar cosas y evitar lo mal. La razón da al hombre la posibilidad de vivir en paz.
Sophia: Ellos viven ya en la pazxix.
Polemos: Lo que iba a decir es que así podrán evitar de destruirse.
Sophia: ¿Destruirse?
Polemos: Anonadar.
Sophia: ¿Anonadar, de no ser?
Polemos: Exáctamente.
Sophia: No hay ningún “no ser”, todo es siempre.
Polemos: Quiero decir, no ser más hombres, que un día no habrá humanos, ni pájaros, ni árboles, ni ríos.
Sophia: ¿Esto quieren impedirlo con la razón? Es la naturaleza humana de ser finita, terminable. La existencia concreta está siempre definida, única y fugitiva. Sabemos ambos que la humanidad llegará a su fin. Y sabemos también cuándo.
Polemos: Pero Sophia, ¿Usted no ve cuanto agonizan los humanos? Tienen miedo de su fin.
Sophia: ¡Les he advertido!
Polemos: ¿Simplemente quiere dejarlos a su mercedxx?
Sophia: No simplemente, su fin esta comprendido en su comienzo. No hay comenzar sin terminar. Y ser humano es finito. ¿Qué diferencia hace para los humanos morirse al fin de sus vidas o extingirse conjuntamente con el resto de la humanidad? Suponiendo que sean tan razonables, deberían saber que este mundo tiene un final.
Polemos: Sí, pero en un período tan exorbitante que no es importante para los humanos.
Sophia: ¿Que entonces es importante para los humanos?
Polemos: Quieren creer que su vida tiene un sentido y que algo quede de ellos despues de su muerte.
Sophia: ¡Que estupidez es esta! Naturalmente queda algo. No nos poníamos de acuerdo de que la energía y la masa son transformaciones uno del otro, no pueden ser destruidas.
Polemos: Sí, pero los humanos quieren que un poco de ellos mismos permanezca, algo que tenga sentido.
Sophia: ¿Yo no hago sentido?









Sophia se levanta disgustada. Por lo visto su pie está mejor.

Polemos: Pero los humanos quieren …

Sophia interrumpe Polemos: Los humanos quieren mucho me parece.

Con estas palabras ella se gira y se aleja saltando ligeramente en su órbita. También Polemos va bailando.

Sentido


Durante un tiempo Sophia y Polemos no se cruzan más. Luego, de repente ellos chocan en una vuelta hacia atrás.

Sophia y Polemos al mismo tiempo: ¡Aya!
Sophia: Ahora he chocado yo con Usted.
Polemos: Si Usted lo dice. Yo preferiría creer que la he empujado yo.

Sophia sonríe.

Sophia: ¿Todavía se preocupa por los humanos?
Polemos: ¿No acordamos que los humanos son únicos por su razón ética?
Sophia: ¿Razón ética? ¡Cuanto ama Usted la abstracción! No. Esto no les hace unicos.
Polemos: ¿Entonces es su desgracia que los convierte en únicos?
Sophia: ¿Lo es?
Polemos: A pesar de todo los humanos son los únicos seres que tratan de repartir el mundo en categorías para entender las relaciones y prever sus efectos en el futuro, para causar el bien y evitar el mal.
Sophia: Polemos, Usted va demasiado rápido. Aunque otras naturalezas pudieran formar categorías – un punto que no está de debate aquí – los humanos son los únicos que utilizan estas categorías para repartir el mundo en uno bueno y uno malo. Así sufren menos, por el momento, porque pueden poner sus penas en un contexto mayor. Pero al mismo tiempo sufren más porque sienten nostalgia por la inmortalidad perdida. Ser humano es profundamente ser mortal. Hasta qué punto la capacidad de preveer futuros acontecimientos les pueda aliviar sus penas, no está claro para mi.
Polemos: Ahora que los humanos saben lo que es bueno, podrán evitar lo malo.
Sophia: ¿De que manera? ¿En que consiste lo malo?
Polemos: La muerte.
Sophia: ¿Y como iba la razón a evitar la muerte?
Polemos: Dando un sentido trascendental a la vida.
Sophia: ¿Trascendental? ¿Usted no tiene idioma propio?
Polemos: Es decir, un sentido, que deja algo atrás del hombre cuando se muera. Un sentido que trasciende lo eterno en el hombre.
Sophia: No hay nada eterno en el hombre. Lo eterno que pudiera trascender no sería nada humano.

Polemos: Sí, pero el hombre quiere tener un significado.
Sophia: Todo lo creado tiene un significado, es lo que se exprime tras ser creado.
Polemos: Sin embargo el hombre quisiera tener un significado más allá de sí, no ser perdidoxxi.
Sophia: Todo lo que se encuentra, también se extraviará.
Polemos: ¡No!!! (Polemos grita de modo espantado.) El hombre tiene que conectarse a una relación con lo eterno.
Sophia: ¿Y quiere conseguirlo, separando este mismo enlace?
Polemos: Tiene que poder reconocer el bien antes de poder conseguir el bien.
Sophia: ¿Y el bien para el hombre es...?
Polemos: La vida eterna.
Sophia: Pero ser humano no es eterno.
Polemos: Por eso, el hombre quiere encajarse en un marco eterno, sentirse parte de un todo infinito.
Sophia: La infinidad no tiene ningunas partes. Lo todo es todo porque es indiviso.
Polemos: Es evidente. Pero el hombre tiene miedo de pasar.
Sophia: ¿También teme de haber nacido? ¿No teme del mismo modo a la vida como a la muertexxii?
Polemos: Pienso que sí.
Sophia: ¿A que le sirve entonces la razón?
Polemos: Para prever su muerte y asignar su tiempo a lo que realmente le da sentido en la vida, para crear el bien.




Sophia se pinta las uñas, obviamente aburrida, y sueña con los ojos abiertos.

Sophia: ¿Cómo puede el hombre prever su muerte por medio de la razón?
Polemos: No sabrá el momento exacto, pero puede adaptarse a la idea de morir y así meditar su vida.
Sophia: No le entiendo. ¿No dijo Usted que la causa de su sufrimiento es que el hombre sabe que va a morir? ¿Cómo iba este conocimiento a consolarlo ahora? El hombre es tan razonable cómo todo. ¿Para qué necesita un sentido mas allá?

Polemos: Con la razón tratan de ponerse en contacto con Usted.
Sophia: Ya, allí lo tiene. Los humanos están siempre unidos conmigo. Trás mi están ligados con todo lo demás. Es su razón la que les deja creer que no son parte de este universoxxiii, que estuvieran fuera.
Polemos: ¿Entonces Usted piensa que no importa lo que los humanos van a hacer? ¿ Ya que de todos modos morirán, su mundo será destruido y ellos dejarán de existir?
Sophia: Morirán, su mundo pasará, sin embargo ellos no dejarán de ser. Ellos dejarán de ser humanos. Entonces ellos serán como yo. No es indiferente lo que van hacer. Ellos son lo que hacen. Su hacer es lo qué exprime su humanidad. Su busqueda infatigable por la unicidad, por ser distintos, es su lucha conmigo que convierte los humanos en humanos y los hace únicos. Ellos y sólo ellos, me ponen a pruebaxxiv. Ellos y sólo ellos me dan nombres. Tras ellos yo también puedo ser mortal, puedo ser un "algo", existir.






Los ojos de Sophia empiezan a brillar con estas palabras.

Polemos: ¡Usted ama los humanos! (Él está totalmente sorprendido.)
Sophia: ¿Amar? ¿Podemos dejar este tema al lado?
Polemos: Bien. Usted piensa que es la separación que define los humanos. ¿Esta separación se produce por medio de la razón? Y ahora el hombre sufre por esta separación, por su finitud y trata de unirse de nuevo con Usted para ser inmortal?
Sophia: Los humanos no entienden que el sentido está sólo en lo finitoxxv.
Polemos: Hm. Pero todavía no veo claro como los humanos puedan saber lo que es justo o equivocado.
Sophia: No lo justo o lo equivocado da sentido a los humanos, sino tras sus haceres disciernen entre bien y mal, su razón.

Con estas palabras Sophia desaparece y deja a solas a Polemos. Él da vueltas en circulos alrededor de si mismo en el lugar.





Responsabilidad


Polemos gira todavía en círculos cuando aparece Sophia al horizonte. Polemos intenta evadirla, pero choca con Sophia de immediato. Sophia suelta una carcajada al caerse.

Sophia: No podemos cambiar nuestra orbita. ¿Es un eterno fluir, ya se ha olvidado?
Polemos: ¿No estuviera mejor poder evitar estos choques? A pesar de todo hace daño.
Sophia: ¡Y mire lo que se ha creado tras ello!

Con su índice Sophia indica las aguas abisales del océano indio.

Polemos asiente con la cabeza: Entiendo. Esto era la causa de toda disputa que oía allí en Zurich, los humanos se chocaron entre ellos. ¿No hubiera sido bueno para los hombres tener una respuesta clara, objetiva, para arbitrar su disputa?
Sophia: ¿Sería mejor que el universo fuese un disco plano en vez de una bola? Círculos paralelos en un disco nunca se cruzan. En cambio, nosotros nos chocamos permanentemente. El círculo en dos dimensiones no crea nada y no destruye nadaxxvi. Allí no hay nada que existe. Sólo fluir. ¿Usted lo preferiría?
Polemos: ¡Naturalmente que no! (Él mira a Sophia como si ella fuese un niño ignorante.) ¿Y si todo fuera un solo punto de lo cual surgiría todo?
Sophia: Entonces nunca volvería. No hubiera ningún mundo, sólo muchas naturalezas enviadas a extravíarse en el infinito del espacio.
Polemos: Pero por lo menos una regla, una ley, lo haría más simple arbitrar las disputas.
Sophia: ¡Hay una ley! Yo soy la ley. Todo lo que nace, morirá.
Polemos: Pero ¿cómo deben los humanos actuar entonces?
Sophia: ¿Humanamente?
Polemos: ¿Que se considera humanamente?
Sophia: Usted lo acaba de explicar ampliamente; razonable y éticoxxvii, buscando el bien.
Polemos: Pero no dijo que el bien sólo existe porque los humanos lo distinguen.
Sophia: Exactamente.
Polemos: Pero no lo distinguen de maneras iguales.
Sophia: ¿Seguro que no? ¿Cómo fue eso con los habitantes de Zurich?
Polemos: Ellos buscaron la libertad como su bien superior. Pero los intentos anteriores de los franceses de encontrar la libertad acababaron en la servidumbre. Esto les sacudidía. Por eso, ellos dudaron de estas ideas y buscaron otras posibilidades.
Sophia: ¡Libertad! ¿Yo pensando que buscaron la paz?

Sophia está totalmente sudada de bailar y se siente.



Libertad

Polemos: Los humanos quieren vivir según sus propias reglas, no ser esclavizados por las leyes de la física, de Dioses o de otros humanos.
Sophia: Aja. (Sophia está mirando pensativamente.)
Polemos: Su razón los libera. Trás ella reconocen su particularidad y pueden distinguirse del mundo.
Sophia: Es justo. Pero ellos no pueden pedir la libertad y la paz. La paz es estár en el mundo, la libertad es poder alejarse del mundo.
Polemos: ¿Entonces a los humanos sólo les queda la guerra?
Sophia: ¿Nosotros nos hacemos la guerra?
Polemos: Bueno, chocamos permanentemente.
Sophia: Pero esto tambíen crea un momento para detenernos y mantener conversaciones ociosas sobre los humanos.
Polemos: Correcto. Sin choque nunca nos encontraríamos y eternamente andaríamos en círculos paralelos. Nada se produciría de ello, ningún tiempo, ningún espacio, ninguna creación.
Sophia: ¿Por qué iba a ser distinto en el caso de los humanos? Al fin y al cabo, ellos surgen de nosotros.
Polemos: ¿Piensa Usted que la razón hace los humanos libres del mundo. Sus actuaciones libres crean el sentido, bien y mal? Entonces, por su chocar con otras personas, ellos están iniciados para detenersexxviii y darse una respuesta. ¿Así es que la libertad les hace res-ponsablesxxix?
Sophia: Sí, exactamente.
Polemos: ¿Entonces su sufriemiento es parte de su ser humano?
Sophia: Ellos no pueden impedir las desgracias. Pero su pena les obliga a dar una respuesta, tanto a los causantes de sus sufrimiento y a sus víctimas como a si mismos y a nosotros. Por medio de su respuesta al sufrimiento ellos se ponenxxx en contacto con nosotros y nos dan una cara.
Polemos: Entonces casi tendríamos que ser agradecidos a los humanos.
Sophia: Y lo somos.
Polemos: ¿Pero cuando ellos dejen de ser, su mundo se terminará?
Sophia: En este caso, se crearará algo nuevo.

Con estas palabras Sophia se levanta, hace una reverencia ante Polemos y va flotando con paso ligero al infinito.
i El evento de la caída y la apariencia de Polemos, es decir, la creación de dos dónde antes sólo había uno, es algo contemporaneo. Todavía no he encontrado el medio estilístico para expresar esto. Sorry ;-)
ii“en Paris” se refiere a la Revolución Francesa.
iii Aquí sería más correcto que Sophia diga „eah“ al Tomellosero, pero no me parece appropiado por el estilo ;-)
iv Tal cual como lo describe Michael Ende en su „Historia Interminable“.
v Esto retoma los fragmentos sobre el río (Flussfragmente) de Heraclitus.
vi Es importante dar émfasis a la idea de que los circulos no están dibujados, sino se crean tras la actividad de Sophia y Polemos, según un rítmo interno.
vii Se refiere al relato biblico de la culpa original.
viii El dilema de la emancipación, de la Ilustración, que el conocimiento conlleva responsabilida.
ix Estoy tentada de pensar que realmente es lo único que os distingue del resto de la creación, de los animales y otras personas no humanas.
x Esto es un argumento en favor para un „nominalismo“ filosofico, aunque no estoy del todo seguro que Heraclitus era nominalista (mira en Wikipedia „Nominalism“.
xi Es este aspécto de Kali-Durga en Kali-Ma. Tu sabes a quién me refiero...
xii „So, so“ es una exclamo muy del dialecto de Zurich, parecido a nuestro „eah“, e incluye todo una filosofía. Para realmente entenderlo debes conocer (y comprender) el chiste de” las dos ranas en la piedra”.
xiii Esto es una inconsistencia lógica de mi diálogo. Sophia no está en paz, ella sola. Solo está en paz conjunto a Polemos. Todavía no sé como expresar esto, o simplemente borrar la segunda parte de la frase.

xiv Es un juego de palabras que haco en la traducción rusa del texto. La palabra rusa “Мир” (mir) significa “mundo” y “paz.


xv Es algo inexacto decir „vivir“. Mundo se refiere a la totalidad de lo que hay, no al planeta tierra y vivir a tener una existencia discreta en términos matemáticos, una identidad, ser una cosa, un algo.
xvi Podría escribir „los demás“ o „lo demás”. No estoy segura, si realmente existen “cosas” non-animadas, non-cognitivas, en el universo. Es una questión abierta.
xvii Este „Otro“ incluye toda la definición del filósofo Emanuel Levinas.
xviii Recuerdos de Kant y Marx…
xix Recuerda paz=mundo
xx „merced“ en castellano expresa mucho mejor la idea que „el fin“ es al mismo tiempo „el destino“, „lo que merecemos“, merced de merecer. Esto no se puede traducir al alemán. Idual como la palabra “sendo”, y la cultura peculiar de “pasión” que tenemos, incorporando estas mismas ideas en la “Corrida Castellan”, la “Pasión de Cristo” y el “roze que hace el amor”.
xxi Las diferencias de significado enter “ser extraviado” y “ser perdido“ también se exprime en alemán, pero no fue consciente de ello hasta traducirlo. Tiene una dimensión más profunda que todavía me queda para elaborar.
xxii Esto es el paradigma de Emanuel Levinas.
xxiii La palabre alemana „All“ significa universo, todo lo creado, pero también simplemente todo.
xxiv Esta frase ne exprime como quisiera la idea del concepto de Levinas „the appeal of the Other“ como base para la relación entre el humano y su dios.
xxv Lo demas no se siente.
xxvi Mira los imagenes en la portada.
xxvii Esto no me gusta, es vago e incorrecto, pero no sé decirlo mejor, por el momento.
xxviii En alemán es literalemente „movidos para detenerse“, un paradoxon muy interesante…se podría también traducir “motivados”. Quiere expresar que el movimiento es lo eterno y la detención, la pausa, la síncope es el comienzo de la creación de seres particulares, identidad, nombres...
xxix Responder viene de res-pondere, volver a poner [en su lugar].
xxxRes-poner (respuesta) poner